De Argentina a Gyumrí
Maria Jose Karamanian
(Argentina)
(Argentina)
Se me estalla el corazón de alegría…
Viví dos meses en Yerevan y un mes en Gyumrí, y
realicé mi trabajo voluntario en YMSU Muratsan Hospital y Akhourian Mother andChild Heath Center, respectivamente.
En esta
oportunidad, quiero comentar mi experiencia en Gyumrí a través de Armenian Volunteer Corps.
El trabajo
en Akhourian Mother and Child Health Center no solo fue gratificante en el
plano profesional, ya que logré aplicar lo que aprendí durante varios años como
alumna en la Facultad de Medicina de la UBA, sino también a nivel humano. Y es
este aspecto el que más destaco.
Esta
policlínica, reconstruida luego del terremoto de 1988, cuenta con los servicios
de ginecología, obstetricia, pediatría, medicina familiar y odontología, así
como también sala de partos y quirófano para cesáreas. Se realiza un control
integral de la mujer, y se la acompaña desde el inicio del embarazo hasta el
momento del parto.
También se
atienden a niños y adultos, en los servicios de pediatría y medicina familiar.
Mi
actividad principal era estar en el consultorio con la Dra. Samvelyan (creo que
no me voy a olvidar nunca de ella ni de sus charlas, café de por medio, todas
las tardes) y su enfermera, Hripsimé. Atendíamos un promedio de 30 a 40
pacientes por día y de todas las edades.
A su vez, varias veces por semana asistía al
Servicio del Dr. Mirzoyan, quien se ocupa del Diagnóstico y Seguimiento
Ecográfico.
Pero sin
dudas, los días que más disfrutaba eran los que íbamos a los pueblos a atender
y vacunar a los pacientes. A la Dra. Samvelyan le correspondían los pueblos de
Hovit y Musaelian. Allí cuentan con un puesto sanitario, que consta de una
habitación con una camilla y los elementos necesarios para realizar controles
médicos, a los que los habitantes asisten una vez por mes para realizar las
consultas necesarias.
Como dije
al comienzo, este mes no fue gratificante solo desde el punto de vista
profesional, sino también desde el punto de vista humano. Y cuando digo esto no
hago referencia a la gratificación que siente el médico al atender a los
pacientes y ayudarlo.
Porque el
médico, antes de ser médico es persona y lo que el mes en Akhourian Mother and
Child Health Center me dio, no me lo voy a olvidar nunca.
Sentir el
compañerismo de todo el equipo de trabajo y la calidez de los pacientes.
Compartir charlas que tenían que ver con aspectos médicos, pero también tener
el tiempo de conversar sobre otros temas, siendo los más recurrentes el
terremoto y Artsaj (muchas veces fue imposible contener las lágrimas).
Viajar en
la ambulancia a los pueblos cantando canciones armenias y disfrutando del
paisaje recién entrado el verano.
Y tantos
otros recuerdos…
Espero que
todos los jóvenes tengan la posibilidad de viajar a Armenia y realizar esta
experiencia de ser voluntarios, ya sea en la profesión de uno o en lo que les
guste, y en lo que sean útiles y necesarios. Pero viajen. Vivan en Armenia y
compartan lo cotidiano con su gente. Aprendan y dejen que ellos también les
enseñen. Porque es ese ida y vuelta, y ese contacto con las raíces, lo que hace
que uno se sienta orgulloso de ser armenio.
La
experiencia en Armenia me llenó el corazón, y se me estalla de alegría.
1 Comments:
At 6:00 PM, September 23, 2012, rental mobil jakarta said…
Nice article, thanks for the information.
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