El Voluntariado Como Camino
Ya en Uruguay, a una semana de mi regreso, me
tomo un momento para poner los pies sobre la tierra y evaluar los sucesos que
han revolucionado el transcurso de mis días. Ser voluntaria me hizo transitar
un camino del que no puedo -ni quiero- regresar.
Mi trabajo durante tres meses en HomelandHandicrafts fue sumamente interesante y enriquecedor.
Puedo separar el análisis en varias líneas.
En primer lugar, el aporte desde mi profesión
-Secretaria Ejecutiva- fue altamente gratificante y hoy estoy convencida de que
durante el tiempo en que allí trabajé, amplié mis capacidades. Podrá decirse
que el trabajo que una secretaria puede hacer en una oficina en Armenia no
resulta desafiante.
Pero si nos enfocamos en la básica condición
de los registros, archivos, sistemas de administración, grandes pueden ser los
aportes. Si a eso le sumamos la gran confianza de un supervisor-compañero (Tim
Straight, un “no armenio” más armenio que muchos “ian”) que está siempre listo y abierto para escuchar
los aportes e ideas que podamos tener, la recompensa se duplica, y se motiva la
toma de decisiones.
La otra línea de análisis es mucho más amplia
y enriquecedora. No hubiera tenido la oportunidad de vincularme con un proyecto
de este tipo si no fuera por Armenian Volunteer Corps (AVC). Y esto deriva en conocer cómo es la vida de
las mujeres responsables de los maravillosos productos que Homeland Handicrafts
ofrece. No sólo ofrece; sino que asiste, asesora, y contribuye.
Mujeres que habitan lugares donde la palabra
“esperanza” había pasado de moda. Y sin embargo, haciendo uso de un
conocimiento que todas poseen, y tan antiguo casi como desde el tiempo de sus
tatarabuelas, desarrollan un trabajo a su medida. Han encontrado una forma de
trabajar sin descuidar la crianza y cuidado de sus hijos, y teniendo un ingreso
para el futuro de los mismos. La satisfacción se ve en sus rostros, y las ganas
de seguir adelante son infinitas.
Nunca olvidaré mi experiencia como voluntaria
de AVC en Armenia, porque me ha permitido conocer realmente el país de mis
bisabuelos, con sus virtudes y aspectos a mejorar.
Nadie que tenga la posibilidad que tuvimos y
tenemos los voluntarios de AVC debería desaprovecharla. Estoy convencida de que
hay ciertas decisiones que se toman con una cuota de riesgo, y esas mismas son
-en general- las más gratificantes.
Esta experiencia me ha demostrado -con hechos-
que una Armenia con un futuro dichoso y llena de oportunidades es posible;y
que, somos nosotros en parte responsables de que eso suceda.
Labels: Armenia, Armenian, Armenian Volunteer Corps, Homeland Handicrafts, Spanish, Uruguay, volunteer, volunteering, volunteerism
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